El Jardín comestible de Rubió i Tudurí en la Torre de Santa Caterina (Pedralbes)
Se trata de un jardín comestible de 4.000 m2 situado en un espacio diseñado en el siglo XX por el paisajista Nicolau Rubió i Tudurí en la finca de la Torre de Santa Caterina. En este entorno catalogado como patrimonio histórico, cultivamos hortalizas y frutas en régimen de permacultura y aplicando técnicas de agricultura regenerativa, lo que nos permite aproximarnos a la producción vegetal de forma limpia, respetuosa, ecológica y sostenible, potenciando la biodiversidad y recuperando la cadena de valor de la agricultura.
Actualmente la cosecha obtenida en este huerto urbano se dona íntegramente a la Fundació Assís.
Ubicado en el barrio de Pedralbes, este es nuestro primer huerto urbano social y la semilla del proyecto Green for Good.
TONELADAS PRODUCIDAS DE HORTALIZAS
Y FRUTAS ECOLÓGICAS
TONELADAS DE COMPUESTO PROPIO
REFERENCIAS PARIETALES
PLANTAS CULTIVADAS
DE AUMENTO DE MATERIA ORGÁNICA
EN LA TIERRA DE CULTIVO
REFERENCIAS DE LAS QUE
HEMOS OBTENIDO SEMILLAS PROPIAS
KG DE PRODUCCIÓN POR M2
MENÚS
Por coherencia con nuestros valores, el huerto se abastece con semilleros de variedades de polinización abierta que provienen de nuestro propio banco de semillas. Desde Green for Good intentamos obtener, salvaguardar y compartir estas semillas de tradición familiar que han formado parte de nuestra cultura popular y gastronómica durante siglos. Tener presente esta riqueza genética es celebrar la diversidad y debe entenderse no como una herencia sino como un legado.
Recientemente hemos detectado, gracias a la colaboración del Departamento de Ingeniería Agroalimentaria y Biotecnología de la Universidad Politécnica de Barcelona y el equipo de Francesc Xavier Sorribas, la presencia de una bacteria llamada pasteuria penetrants, que está ayudando de forma natural en el control de la población de nematodos en nuestros cultivos.
Sin duda, éste es un bioindicador de un ecosistema edáfico que se está volviendo rico y diverso el cual, gracias al no labrado, podemos preservar y potenciar, siéndonos de ayuda tanto en la resiliencia ante el cambio climático como en la fertilidad del suelo de cultivo y en la salud vegetal.
Un jardín catalogado y con historia
Nuestro jardín comestible se encuentra en la Torre de Santa Caterina, también conocida como Torre de Pedralbes o “lo Lleó”, una masía de origen medieval (s. XVI-XVII) ubicada en una finca que originalmente tenía unas 40 hectáreas, en el barrio de Pedralbes de Barcelona.
En el siglo XVII la finca era propiedad de los monjes dominicos, quienes dieron nombre al edificio, dedicado a Santa Caterina. Además de la masía, la finca tenía bodegas, establos y una capilla, y contaba con una mina de agua de la sierra de Collserola, conocida como la Font del Lleó (Fuente del león), muy conocida por los barcelonenses a principios del siglo XX.
Después de la desamortización de los bienes propiedad de la Iglesia en 1835, la finca, protegida como bien cultural de interés local, pasó a ser residencia familiar de distintos particulares hasta la actualidad.

Los jardines proyectados por Rubió i Tudurí
Uno de los elementos de especial interés de la finca son los jardines de planta geométrica, donde se ubica nuestro huerto urbano. En el siglo XX, el reconocido paisajista Nicolau Rubió i Tudurí se encargó de proyectar el diseño actual de los jardines de la Torre de Santa Caterina.
Discípulo del paisajista y visionario francés Forestier, durante gran parte del siglo XX Rubió i Tudurí mantuvo una participación constante en los debates sobre arquitectura y urbanismo de Cataluña, especialmente en la ciudad de Barcelona. Personaje polifacético, además de diseñador de jardines fue también urbanista, escritor, dramaturgo y periodista, sabiendo unir estas vertientes en un todo armonioso, resultado de su formación dentro de los cánones del Novecentismo. Rubió i Tudurí representa el enaltecimiento del paisaje, de la ciudad y del espacio público como esencia de espíritu colectivo.
Para él, la práctica del paisajismo era una forma expresiva personal que reflejaba su manera de entender el mundo, una visión personal que también manifestaba a través de otras artes, como la escritura y la pintura.


